viernes, 23 de diciembre de 2011

NEWS FROM SPENDERLAND


SORPRENDIDA UNA ANCIANA ROBANDO PERFUMES EN UNA DROGUERÍA

El agente que la detuvo declaró: "La sorprendimos en fragante delito"

jueves, 22 de diciembre de 2011

EL VOTO, ESE GRAN INÚTIL

¿Para que votar? La banca nos gobierna y se pasa por el forro lo que los españolitos manifestamos en las urnas. Da igual que elijamos un gobierno verde, azul, rojo o amarillo. Al final la gobernanza se reduce en una gestión eficaz de los recursos económicos. ¿y quienes son los que manejan la pasta? Porque las administraciones estatales, autonómicas y locales (de las cuales todos formamos parte) están endeudadas hasta las trancas y sus decisiones políticas se ven coartadas por las presiones de quien lleva el timón financiero.

Un ejemplo sencillo: el BCE acaba de suministrar a los bancos europeos la friolera de medio BILLÓN de euros a tres años y al 1% de interés. Esto sería estupendo si una parte de todo ese pastizal acabase en el mercado del crédito a las empresas (grandes y pequeñas) y a las familias, con objeto de generar consumo y por tanto, actividad económica. Pero no, nada mas lejos de las intenciones de la banca y por lo que se vé, del prestamista BCE. La banca va a dedicar una parte de esa millonada (según los expertos) a comprar deuda soberana y obtener beneficio con el diferencial del interés. La otra parte la destinarán a dar una mano de pintura a sus activos que por lo visto tenían una pinta horrible.

Otro ejemplo de lo que pasa: una administración pública tiene que pagar las nóminas de sus funcionarios. Van a la caja y la encuentran llena… de telarañas. Como pagar, lo que se dice pagar… hay que hacerlo, no quedan mas narices que ir a pedir pasta al banco de la esquina (al que ya se le deben chorrocientos millones) Y puede que el banco de turno afloje y suelte los dinerillos, pero… ¿a cambio de qué? Pues tan sencillo como que, a cambio de eso, los políticos que nos representan tengan que claudicar a los requerimientos ejecutivos, administrativos y legislativos que les favorezcan para seguir obteniendo pingües beneficios.

Una posible solución para deshacer este estado de cosas sería que el Estado (o sea, todos nosotros) saliese a competir con la banca privada al mercado con un banco nacional. Si en lugar de haber lanzado el salvavidas (léase inyección de un porrón de euros) al sistema bancario para “salvarlos” de la situación, hubiesen destinado esos recursos a adquirir una red bancaria en peligro de extinción, hoy podrían estar controlando un poco mejor los vaivenes financieros que nos traen locos. ¿por qué no se ha llevado a cabo? Sencillamente –pienso- que a los que realmente mandan (la gran banca) no les interesa en absoluto semejante competencia y son ellos los que tienen en última instancia la mano en el grifo del crédito.

¿No habrá por ahí un político con dos cojones que deje de allanarse a los deseos del poder financiero y de verdad devuelva el poder al pueblo que se lo ha otorgado?

A mi no me pillan votando en otras elecciones… ni por correo. De todas maneras, esto que cuento es solamente un grano de arena en una playa. Si lo quieres ratificar busca en San Google "gobierno en la sombra"; lee, asimila y saca tus conclusiones.

lunes, 23 de mayo de 2011

DEMOCRACIA REAL ¡YA!

Esta tarde, leyendo un comentario de Txus en Facebook, acepté el reto de escribir un comentario al respecto de los Bildutarras (creo que no es un calificativo ofensivo... no es esa la intención), así que aprovechando ésta mi ventanilla de opinión, contesto, y así queda para la posteridad y para que quizá algún día tenga que tragarme mis palabras o por el contrario, ponerme una medalla por mi capacidad visionaria.
Estos señores de BILDU no han sido capaces (que yo sepa) de denostar la violencia de los abertzales mas radicales y se han sacado un partido político de la recámara justo cuando SORTU fue declarado ilegal. Demasiada coincidencia para mi galaicomalpensar. Sin embargo creo que hay que darles una oportunidad para que puedan actuar democráticamente y dentro del ordenamiento jurídico actual del Estado, porque las urnas han demostrado que un amplio sector de la ciudadanía vasca les ha votado y eso tiene un peso. El tiempo nos dirá si van a continuar por la vía pacífica o -una vez asentados en las instituciones- se dedicaran a financiar y proteger a los asesinos, extorsionar a los empresarios y coaccionar/amedrentar a los vecinos que no comulguen con sus ideas. Si Euskadi, o Catalunya, o Galiza (por poner los ejemplos mas representativos) han de ser independientes, que lo sean porque las mayorías respectivas así lo decidan algún día. ¿O nos gustaría pasar en España por algo similar -salvando las diferencias- a lo que soportaron los ex-yugoslavos?

Yo particularmente, prefiero el sistema Checoslovaco; pacíficamente parieron a Chequia y a Slovaquia y aqui paz y después gloria. Pero para alcanzar una situación similar, habría que modificar muchas leyes (la Constitución y la electoral, de primeras) y después ver si la solución de España es desembocar en una República Federal, saltándose a quien haya que saltar y haciendo las cosas bien. Hablando de esto, un recordatorio: Balduino I era Rey de los belgas y no Rey de Bélgica; a buen entendedor...

En fin, crucemos los dedos para que no tengamos que volver atrás. Que el avance sea en la dirección de la democracia REAL y que el bipartidismo que sufrimos hoy pase a la historia.

miércoles, 13 de abril de 2011

¿Quién nos liderará?

Tertulia de bar, tan manida que se diría que se trata de un chismorreo de color rosa, un cotilleo de pueblo pequeño, pero que sin embargo existe y es de sentir popular. Tan popular que es independiente del color de la papeleta que se deja en la urna cada equis tiempo.

¿Vivimos en democracia? Parece una pregunta banal y de perogrullo pero… ¡párate a pensar! Parece que -votemos lo que votemos- todo va igual de bien o igual de mal ¿es esta la sensación que tienes como votante? La tendencia general es la de la bipolaridad. O eres del Madrid o eres del Barça, o eres del PP o del PSOE, o eres de la Macarena o de la Esperanza de Triana. Todo a nuestro alrededor nos dirige a una dicotomía y hay mas colores que el blanco y el negro. El gris también existe en muchas tonalidades, por mucho que parezca un color triste.

Y es que el sentir general de los integrantes de la sociedad occidental de hoy en día, es que la elección siempre es a “cara o cruz” a “par o impar” a “rojo o negro”. Y no debería de ser así. Cada polo va aglutinando en torno a si, a aquellas ideas mas afines aunque no sean del todo coincidentes. Y muchos nos paramos a pensar que es lo que tienen de bueno y de malo unos y otros. Acabamos por desequilibrar la balanza para el lado del que nos parece menos malo.

Aún así, seguimos decepcionándonos de quienes nos gobiernan en círculos concéntricos de las administraciones y las economías, porque al fin y a la postre, siempre hay algo que criticar. ¿Y que hacemos? Seguir aborregándonos cada vez mas y pisando “por lo segao”, sintiéndonos impotentes como individuos ante los grandes imperios económicos, a la deriva de los vientos generados por las agencias de rating, dejándonos arrastrar por la corriente que mas le conviene a los grandes especuladores de eso que llaman “los mercados”.

Ojalá que la predicción de los mayas resulte ser cierta y en 2012 el mundo conocido desaparecerá para dejar asomar el germen de otro concepto diferente de civilización. Una civilización con otro orden ético diferente al actual, donde terminen por desaparecer los valores que te llevan a aparecer en los rankings de Forbes, un orden donde prevalezca el concepto de persona frente a la idea del grupo, una economía exenta de adjetivos como explotación, usura, avaricia, manipulación... Una sociedad en la cual la industria armamentística sea perseguida de la manera que se hace hoy en día con el negocio de los estupefacientes. Los de a pié somos mayoría y tenemos el poder si somos capaces de aglutinarnos en torno valores que han quedado olvidados en los testamentos de generaciones precedentes.

La gran pregunta, la del millón es: ¿Quién nos liderará?

jueves, 10 de marzo de 2011

DIEZ Y UN CIENTO


Me he enterado esta mañana tomando unas cañas. Por lo que parece, alguien entra aqui y lee lo que escribo. Yo alucino. Porque en realidad estaba convencido que escribía para mi mismo con el único objeto de soltar presión de la olla cuando pilla temperatura y al mismo tiempo sentía la necesidad de vomitar aquello que -por falta de tragaderas- no era capaz de digerir.

Pues nada, ya que mis roñadas parece que gustan, me meto en un tema de actualidad que no digiero, no lo acabo de entender. Ya veremos si soy capaz de -una vez metido- salir del jardin.

Bien... ¿que tema tocaremos hoy, querid@s? Se me ocurre y creo no equivocarme mucho, que mas de media España anda a vueltas con el tema Top Speed, o sea, los 110 km/h famosos.

No puedo estar de acuerdo con los razonamientos que algunos "expertos" se han dedicado a esgrimir en modo axiomático en prensa, radio, cajatonta e internet, que a 110 cualquier coche consume menos que a 120, o a 130, o a ciento quinientos. Luego va un iluminati que presume de enseñar "conducción eficiente" y no se le ocurre mejor cosa que decir que, una vez alcanzados los 80 km/h metamos la velocidad mas larga que tenga la caja de cambios de nuestro bólido y así consumiremos menos combustible ¡cágate, Manolo!

Pues no me lo trago, no señor, no me convencen. Los que saben un poco, solo un poquito de como responde un motor saben que nos estan contando el cuento de Caperucita. ¿por qué digo esto? Pues sencillamente porque parece que todo el elenco de expertos en "conducción eficiente" de este bendito pais faltaron al colegio el día que explicaron el concepto "par motor". Con mi escasa sabiduría en ingeniería mecánica y física aplicada, entiendo que la curva de par de un propulsor alcanza un punto álgido en el cual el rendimiento mecánico es el máximo posible al mínimo nivel de revoluciones del motor. Porque tambien es sabido que el consumo de combustible no es directamente proporcional a la velocidad del automóvil, sino al régimen de vueltas del motor y si no me lo cree nadie, le vayan a preguntar al asturiano ese del cuello corto.

Entonces, si tomamos ésto como premisa cierta y verdadera... me asalta la duda. ¿Es que TODOS los motores de los coches de este pais son iguales? Si como decía el experto ese hay que meter 6ª velocidad una vez alcanzados los 80 km/h, unos motores estarán "bajo par" otros en el "par" y el resto "sobre par", si se me permite el símil golfístico. Ergo, el quiz de la question (consumo) no está en la velocidad alcanzada sino en lo que marca el cuentarevoluciones, que parece ser que alguno se olvida para que sirve y no es precisamente para aprender historia mientras conduces.

El caso es que como aún no está inventado el radar que te pille si vas pasado de RPM, habrá que jo..erse y meter peseta, reducir la velocidad y vigilar el ordenador de abordo porque es posible que la 5ª o la 6ª velocidad no sea la que nos ofrezca un consumo óptimo en determinados momentos, ya que lamentablemente y aunque ancha es Castilla, tambien nuestra piel de toro está cruzada de cordilleras y por tanto hay cuestas p'arriba y cuestas p'abajo... que no todo es liso y llano, ni todo el monte es orgasmo. Nos va a hacer falta un copiloto para que nos vaya cantando lo que dice la pantallita porque a la carretera hay que seguir mirándola con bastante continuidad.
Por la cuenta que nos tiene y por lo que nos duele pagar multas, iremos por debajo de la velocidad máxima permitida (la real, que lo que mienten los velocímetros es harina de otro costal)

En resumen señores y señoras, han metido en el mismo saco a diesel y gasolina, turbo y no turbo, 16 y 8 válvulas, 3/4/5/6/8/12 cilindros, todoterrenos y deportivos... ¡¡HALA, VIVA LO UNIFORME!!

La solución para conseguir a la conducción eficiente (la de verdad) la conducción segura, etc, etc, pasa por revisar un sistema de enseñanza dirigido a superar un examen de conducir y no a APRENDER A CONDUCIR (en mayúsculas), pasa por que los centros psicotécnicos sean mas estrictos, pasa por generar conciencia ciudadana y EDUCACIÓN vial (también la de verdad, la de ser cortés, amable, consciente de que hay mas usuarios utilizando la vía pública...) pasa por limitar la potencia de los vehículos que pueden llevar los conductores noveles (como sucede con los amotos) y por otras tantas cosas que a estas horas de la noche no se me vienen a la cabeza.
Todo lo dicho, claro está, salvo mejor parecer.

Como colofón, pedir disculpas a las señoras (si es que alguna ha entrado a curiosear) que a buen seguro habrán dejado de leer a la segunda línea. Prometo que el próximo post versará sobre algún tema de interés con independencia del sexo del lector.


(Dedicado a Raúl, y gracias por la caña.)



Nota: Disculpas por escribir tantas veces la palabra motor; esto es debido a mi escaso nivel léxico. No conozco otro sinónimo más que propulsor. Quizá algún coche lleve dentro un chinojaponés dando pedales; desconozco el dato.

miércoles, 2 de febrero de 2011

JAMON, JAMON

A continuación reproduzco el artículo de Armando Robles, con el que estoy absolutamente de acuerdo, porque me parece importante que en este nuestro Estado Español ya empezamos a estar hartos de aquello que nuestro insigne Castelao definió con la frase "mexan por nos e temos que decir que chove". A ver si vamos despertando...

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¡VIVA EL JAMÓN, MORO!

Y que viva por muchos años, tantos años como los que lleva entre nosotros esta milenaria perla gastronómica, orgullo dentro y fuera. ¡Que viva el jamón!, moro, aunque te ofenda si lo digo. Porque, moro, no es verdad que tu religión te prohíba hablar del cerdo, del que aquí, donde vives, a la inmensa mayoría nos gusta hasta los andares. Porque aquí, donde vives, moro, no nos escandalizamos ni nos sentimos ofendidos cuando alguien de tu religión viste, come y reza como lo hacéis.

Aquí, moro, sí nos sentimos ofendidos de que en tu país, Marruecos, a personas como yo las metan en la cárcel simplemente por ser periodistas. O por hablar del cerdo alauita, subproducto degenerativo del porcino, con la libertad con la que tu profesor habló de los de cuatro patas. Aquí donde vives, donde estudias, donde tienes derechos, donde eres persona, donde eres visible, te atreves a escandalizarte porque se hable en tu presencia del jamón, mientras seguro que te fumas un porro de polen traído de la tierra de tus progenitores. O admites como la cosa más normal del mundo que un septuagenario de tu religión se despose con una niña de once años.

Aquí, donde vives y donde exiges derechos, moro, hace tiempo que aprendimos a tolerar, a acoger, a respetar, algo de lo que tú no tienes ni pajotera idea, porque con tus exigencias demuestras ser intolerante, fanático, sectario, intransigente y, sobre todo, un peligro público. Porque hoy se empieza reprobando a un profesor que osa hablar del jamón en clase y mañana se termina sentenciándolo a morir en nombre de vuestro dios.

Lo que no entiendo, moro, es que los de tu raza y condición os paséis el día ofendidos ante nuestro estilo de vida, nuestras costumbres, nuestra cultura, y que renunciéis a encontrar algo mejor. Quizás el paraíso de Alá, allá cruzando el estrecho, te ofenda menos y te agrade más.

Conste, moro, que estoy lejos de sentirme sorprendido ni confundido por ti. Hace tiempo que te conozco, que os conozco, y por eso estoy lejos de esperar nada bueno de vosotros. En La Línea, en Ceuta, en Barcelona, en París, en Bonn, en Verona, en Berna, en Estocolmo en Ámsterdam…la historia siempre es la misma. Primero os acogemos, os respetamos, os alimentamos, os damos más derechos que deberes, os intentamos educar, os dejamos mirar a la Meca mientras rezáis, os permitimos que construyáis mezquitas, que podáis vivir digna y libremente sin renunciar a una sola de vuestras creencias ni ideas, y al final termináis queriendo mandar a la hoguera a quien ose hablar del jamón en vuestra presencia.

Sé que si pudieras, si se cumpliera aquello para lo que la acobardada clase política europea trabaja sin desmayo, habrías pasado de las palabras a los hechos y tal vez habrías ordenado la flagelación pública de tu profesor o acaso algo peor aún.

Doy gracias a Dios, a mi Dios, de que por el momento no puedas imponer a tu profesor aquello de lo que pueda hablar o dejar de hacerlo. Sin embargo a gente como tú y a políticos tan traidores como los nuestros, aquí se puede todavía opinar libremente. Si en Marruecos, tu país, a algún alumno cristiano se le hubiese ocurrido refutar la opinión de un profesor favorable a las delicias de la comida halal, muy probablemente ese alumno habría terminado dando con sus huesos en la cárcel. Es la diferencia entre la nuestra y tu civilización detestable y salvaje.

Dicho, moro, todo lo anterior, sólo cabe apostillar: ¡que viva el jamón y que su disfrute os siga vedado otros mil años!